Encuentro con el autor Use Lahoz el pasado 13 de octubre en el Hotel de las Letras. Use acaba de publicar con la Editorial Destino "Los buenos amigos", una novela intensa, dura a veces, que transita por las vidas de varios personajes unidos por un pasado que les ancla, de formas distintas, para el resto de su existencia.
Use Lahoz ha ambientado la novela en Barcelona, ciudad que conoce bien ya que nació en ella en 1976. En 2013 ganó el Premio Primavera de novela con "El año que me enamoré de todas". Anteriormente había publicado "Leer del revés" (2005), "Los Baldrich" (2009) por la que se le nombró Talento FNAC, y "La estación perdida" (2011). También es autor de dos poemarios, "Envío sin cargo" y "A todo pasado", así como de la novela juvenil, junto con Josan Hatero, "Volverán a por mí" (2012), con la que obtuvieron el Premio La Galera Jóvenes Lectores.
"Los buenos amigos" es un libro potente, de más de 700 páginas, pero que no decae en ningún momento. Estructurada en cuatro partes, la primera y la última son comunes a los tres protagonistas y las dos centrales nos narraran, por un lado, la vida de Sixto Baladía y, por otro, la que comparten Vicente Cástaras y Lucía Barrachina. Pero aunque ellos llevan el peso de la narración, la novela también acoge a un buen número de protagonistas que permanecen al lado de los protagonistas o, a veces, pasan por sus vidas dejando distintos rastros. En ocasiones se quedan un tiempo, a veces arañan y desaparecen, pero todos tienen importancia.
Use nos explicó que, en la creación de sus novelas y de ésta en particular, debe haber dos voluntades: una poética para describir paisajes, épocas y lugares, y otra más científica para dar carta de naturaleza a los personajes. Él no cree en las novelas de "buenos y malos", sino que los personajes deben tener matices y enfrentarse a las disyuntivas de la vida. La idea de la novela surgió de una imagen que se le presentó al entrar en un bar. Era Semana Santa y dentro había dos hombres tras la barra y una mujer fregando el suelo de rodillas, mientras en la televisión se retransmitía una procesión. Esa imagen le dio el germen para "Los buenos amigos" (de hecho aparece en la novela en un determinado momento) y, a partir de ella, se inventó un pasado y un futuro para ellos. Incluso para si mismo, que, como cliente, entraba allí y pasaba a convertirse, sin serlo, en Sixto.
Nos confesó que escribe basándose en imágenes y recuerdos porque cree que la memoria es, realmente, un cuento que nos contamos a nosotros mismos para crear nuestra historia. Él se ha educado con la ficción, con los libros, y leer le ha hecho despertar la mente, le ha hecho viajar y le ha enseñado mucho sobre todo en lo que se refiere a comportamientos del ser humano. Use quería hacer una novela sobre la amistad y el amor, porque son los dos sentimientos más fuertes que ponemos tener, pero también los más frágiles. Los dos nos pueden hacer mucho daño. Pero "Los buenos amigos" toca también otros temas como la adolescencia, la madurez, cómo se va cambiando a lo largo de la vida, el peso del trabajo, la lucha de clases...
Lo más complicado del libro, según nos contó, fue la estructura. De hecho llegó a hacer tres versiones diferentes: la primera parte era siempre la misma, la que se ha mantenido, aunque en las versiones anteriores intercalaba más las historias de los protagonistas, pasando de una a otra casi cada capítulo. Pero prefirió arriesgarse contando la novela de uno y, a continuación, la de los otros. Es una novela ambiciosa, se sinceró Use, porque hay muchos personajes. Creó un mundo de la nada, muy complejo, sólo con palabras. La historia le fue llevando y los personajes fueron yendo por sus caminos. El gran tema que corona toda la novela es la fatalidad del ser humano.
Respecto a sus rutinas de escritura, explicó que suele ser metódico y constante. Escribir debe hacerse cada día, sin excusas. Use prefieres madrugar y escribir de mañana. Incluso con esa autodisciplina, ha tardado tres años en terminar la novela, en la que hay, según sus palabras, "un poco de documentación y muchísima corrección".
Respecto al título, nos explicó que originalmente iba a titular la novela "Hijos de nadie", pero terminó cansándose de él. Le gusta más el que tiene actualmente porque es ambiguo y adquiere su significado completo al acabar la novela. Igualmente nos dijo que todos los personajes, en mayor o menor medida, tienen algo suyo, aunque quizá con la que más se identifica es con Eva, la hija de Sixto. Considera la escenografía muy importante, pero no tanto como los propios personajes. Que esté ambientada en Barcelona le ayudó, porque conoce perfectamente la ciudad, pero los sentimientos, los anhelos, las vidas de los personajes son mucho más importantes que el lugar en el que suceden.
Hubo una frase que todos celebramos por su rotundidad: Use nos dijo que "la literatura es el arte de callar a tiempo". Una enorme verdad.
Tras más de una hora de charla, preguntas y respuestas, Use nos firmó los ejemplares de nuestros libros y deseó que nos gustase a todos. Yo la he terminado este fin de semana y sólo puedo anticipar, antes de la reseña que colgaré en pocos días, que impacta, que duele, que emociona y que sacude sentimientos. Y que está escrita maravillosamente, de un modo que te sumerge hasta las cejas en lo que cuenta.
Una tarde fabulosa al calor del libro y las palabras de Use Lahoz, mientras fuera llovía sobre Madrid. Gracias a Use y a la Editorial Destino por el encuentro y a David J. Skinner por las fotografías.
Crónica de Yolanda Rocha
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