jueves, 12 de marzo de 2020

EL AROMA DE LOS LIBROS / DESY ICARDI / ADNOVELAS.*


EL AROMA DE LOS LIBROS

DESY ICARDI



Turín, 1957. Adelina tiene catorce años y vive con su tía Amalia. Entre los pupitres del colegio, la muchacha es el hazmerreír de la clase: a su edad no parece capaz de recordar las lecciones. Su severo profesor no le da tregua y decide que la ayude en el estudio Luisella, su brillante compañera. Si Adelina empieza a ir mejor en el colegio no será gracias a la ayuda de su amiga, sino a un don extraordinario del que parece estar dotada: la capacidad de leer con el olfato. Este talento representa, no obstante, una amenaza: el padre de Luisella, un notario implicado en negocios no del todo claros, intentará utilizarla para descifrar el célebre manuscrito Voynich, el códice más misterioso del mundo.


EMPIEZA A LEER.*






DESY ICARDI

Desy Icardi nació en Turín, ciudad en la que vive y trabaja como formadora de empresa, actriz y redactora de contenidos. En el 2004 se licenció en DAMS (Disciplinas de Artes, Música y Espectáculo) y desde el 2006 trabaja en el teatro también como autora y directora. En el 2013 asumió la codirección de Facciamo la Lingua, una escuela de escritura y comunicación.


La autora, Desy Icardi, ha escrito para nosotros un artículo en el que explica el nacimiento de la idea que dio origen a la novela
En los primeros veinte años de mi vida, consideraba la lectura «un hecho», un hábito cotidiano que llevaba a cabo con placer, pero sin darle demasiada importancia, algo así como dormir y comer, actos de cuya necesidad nos damos cuenta tan solo cuando faltan. La lectura era un lujo que daba por sentado hasta que, debido a una enfermedad, mi vista empezó a menguar. A medida que la enfermedad progresaba, mi nariz se acercaba inexorablemente a las páginas, y cuando aplastarme contra el papel ya no fue suficiente, empecé a leer al estilo de Sherlock Holmes, con la ayuda de una lupa. De ser un mero hábito, la lectura se convirtió en un placer incalculable que tan solo podía permitirme en pequeñas dosis y que, día a día, se me iba haciendo cada vez más agotador y valioso.
Cuando la escasa visión residual estaba a punto de obligarme a rendirme, mi «carrera» como lectora se salvó con la llegada de los libros electrónicos, que ofrecían la posibilidad de agrandar el tipo de letra para que fuera utilizable también para los lectores con discapacidad visual. La compra de mi primer libro electrónico fue fruto de infinitas elucubraciones porque, como muchísimos lectores, veía en ese nuevo instrumento un peligro potencial para los libros de papel y las librerías. Sin embargo, el deseo de poder leer de nuevo prevaleció sobre todas mis dudas, y la lectura empezó de nuevo a hacerme compañía en el calor de la cama, en la mesa del bar o en el asiento del tranvía. Fue precisamente en el tranvía —Turín, línea diez— donde maduré la idea sobre la que se asienta la novela El aroma de los libros.
Preguntarse si los pasajeros de tranvía y autobús se convierten en lectores para aligerar el aburrimiento del viaje, o si los lectores eligen estos medios de transporte para tener la oportunidad de leer durante sus desplazamientos es como preguntarse si fue antes el huevo o el gallina; en todo caso, los transportes públicos son salas de lectura semovientes, en las que los lectores se sientan unos al lado de otros. Hace unos diez años, los lectores digitales eran una rareza y, a veces, durante mis viajes en tranvía, podía suceder que un lector «tradicional» me hiciera preguntas sobre mi libro electrónico: «¿Es cómodo? ¿Cansa la vista?». Inevitablemente, a mis respuestas las seguía un monólogo de mi interlocutor, acerca de los motivos por los que nunca se convertiría a la lectura digital: la fascinación de los libros como objetos, el contacto con el papel y, sobre todo, el perfume de los libros.
Me percaté de que mis compañeros de viaje nunca hablaban de olor, sino de perfume: el aroma que inhalaban de las páginas era para ellos algo mágico y delicioso, un accesorio irrenunciable de la lectura. Por supuesto, el perfume de los libros no era extraño para mí —¿cómo iba a serlo? ¡Durante años había leído con la nariz a pocos milímetros del papel!— y no podía evitar la evocación, con una pizca de nostalgia, de las numerosas fragancias del papel impreso: desde el aroma químico de los libros de texto hasta el perfume polvoriento y levemente almizclado de los libros antiguos. Aunque entendía perfectamente el amor que los lectores tradicionales sentían por el perfume de los libros, sus argumentos me molestaban un poco: yo no había renegado del papel por un capricho dictado por la moda, ni tampoco por amor a la tecnología; mi elección vino determinada por una pura y urgente necesidad.
Un día, cuando la enésima lectora de tranvía pronunció su elegía sobre el perfume de los libros, mi mente desarrolló un pensamiento un tanto amargo: «El aroma de los libros es ciertamente poético, estoy de acuerdo, ¡pero por desgracia no puedo leer con la nariz!». Fue en ese momento cuando tuve la idea de una historia, cuya protagonista poseía la capacidad de leer con el olfato.
Comencé a formularme miles de preguntas: ¿qué podía implicar semejante habilidad? ¿Cómo podría emplearse? ¿Cuál sería la reacción de las personas «normales» ante esta capacidad? Parada tras parada, mi personaje empezó a adquirir sus rasgos, y antes de llegar al final del trayecto ya tenía un nombre, una edad y una personalidad bastante definida.
Escribir El aroma de los libros para mí no ha sido solo contar una historia, sino también y, sobre todo, recuperar el aroma de los libros.

Desy Icardi


LEYÉNDOLO...Ya os contaré!!

¿Lo habéis leído? Contadme..













También puedes seguirnos en:

EL ÚLTIMO VERANO DE SILVIA BLANCH / LORENA FRANCO / EDITORIAL PLANETA.*



EL ÚLTIMO VERANO DE SILVIA BLANCH

LORENA FRANCO


''La novela más trepidante de LORENA FRANCO, la nueva reina del thriller''.

Un amor prohibido siempre arrastra mentiras. 
Un crimen siempre deja huellas.

La última persona que vio a Silvia Blanch, desaparecida sin dejar rastro el verano de 2017, está muerta. Silvia era joven, guapa y estaba destinada al éxito. Alex, una joven periodista, será la encargada de ir hasta el pueblo de Montseny, donde vivía Silvia y donde se le perdió la pista, para hablar con su familia y escribir un artículo cuando se cumple un año de la desaparición.
Una vez allí, empieza a desempolvar todos los detalles de la desaparición en busca de respuestas. Rodeada de secretos y mentiras, no tardará en notar que su presencia molesta a los habitantes del pueblo. Sobre todo a uno de los principales sospechosos, por quien Alex se sentirá irremediablemente atraída a pesar de lo que parece esconder.                                                                                
Con una escritura vibrante y en una novela donde nada es lo que parece y en la que todos mienten, Lorena Franco nos acompaña de la mano a lo más profundo del bosque con El último verano de Silvia Blanch.




LORENA FRANCO

LORENA FRANCO (Barcelona, 1983) ha conseguido seducir a más de 250.000 lectores de todo el mundo con sus más de 15 títulos, que la han convertido en una de las escritoras más vendidas y mejor valoradas en la plataforma de Amazon desde que en 2016 salió a la luz su novela La viajera del tiempo, un fenómeno de ventas sin precedentes en España, EE. UU. y México. Desde entonces, sus otros títulos consiguen alcanzar el número 1 de ventas en digital a nivel internacional. Traducida en Italia, Polonia y República Checa, regresa con El último verano de Silvia Blanch. En la actualidad compagina la literatura con su carrera como actriz, en la que acaba de debutar en Bollywood con el film Paharganj.

www.lorenafranco.net
@byLorenaFranco 




LEYÉNDOLO Y ME ESTÁ ENCANTANDO..*
(Ya os contaré)










También puedes seguirnos en:

QUIZAS TAMBIÉN LE INTERESE...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...