Reseña: "Quedará el amor" de Alice Kellen
"Quedará el amor" de Alice Kellen es una novela que se adentra en las profundidades del amor, la memoria y el paso del tiempo. En esta historia, la autora nos lleva a través de dos líneas temporales conectadas por un mismo sentimiento: el amor, que persiste más allá de la guerra, la distancia y las pérdidas. Con una prosa envolvente y personajes inolvidables, Kellen teje una narrativa que, aunque melancólica, también está impregnada de una ternura y una esperanza que la hacen vibrar.
La trama principal de "Quedará el amor" se desarrolla en dos épocas. La primera, ambientada en 1939, nos presenta a Cedric y Jane, dos jóvenes que se conocen en Cornualles, justo antes de que la Segunda Guerra Mundial estalle. Lo que comienza como un idílico romance veraniego, pronto se ve interrumpido por la guerra, que trae consigo no solo la separación física, sino también emocional. A pesar de las dificultades, Cedric y Jane viven una relación llena de primeros momentos: la primera mirada, el primer beso, las primeras promesas de un futuro juntos. Pero la guerra cambia todo, y lo que parecía ser una historia de amor perfecta se convierte en una lucha contra el olvido y el destino.
Décadas después, en 1996, Margot, una limpiadora en un hospital de Edimburgo, encuentra un anillo perteneciente a un anciano paciente: Cedric Stone. Intrigada por este hombre y por los recuerdos que parecen envolver su presencia, Margot se sumerge en una serie de descubrimientos sobre el pasado de Cedric, desvelando un amor que ha perdurado en el tiempo. La conexión que Margot establece con Cedric no es casual. A través de sus conversaciones, ambos personajes, a pesar de pertenecer a generaciones muy distintas, se encuentran compartiendo una misma verdad: la vida es efímera, pero el amor deja huellas que el tiempo no puede borrar.
Un amor marcado por la guerra
Uno de los temas más fuertes y conmovedores en "Quedará el amor" es la guerra y cómo afecta a los protagonistas. Kellen nos muestra cómo el conflicto bélico transforma la vida de Cedric y Jane. En un principio, su relación parece ser como tantas otras que comienzan con dulzura e inocencia, pero la guerra rompe con todas las expectativas, sumergiendo a los personajes en un abismo emocional. Jane, que se queda en Cornualles, lucha por mantener viva la memoria de Cedric, mientras que él, en el frente, se enfrenta no solo a los horrores de la guerra, sino a la distancia y la incertidumbre que suponen la posible pérdida de la mujer que ama.
La guerra actúa como una metáfora poderosa en la novela. Así como destruye ciudades y cambia el curso de la historia, también desgarra el corazón de los personajes, dejando cicatrices invisibles. Sin embargo, Kellen nos deja con una reflexión profunda: incluso en medio de la destrucción y el caos, el amor tiene la capacidad de resistir. A lo largo de la narrativa, esta idea resuena constantemente: el amor, aunque vulnerable y frágil, puede ser inquebrantable.
Margot: una ventana al pasado
Mientras que la historia de Cedric y Jane se desarrolla principalmente en flashbacks, es a través de Margot que el lector realmente se conecta con la profundidad emocional de la novela. Margot es una mujer que ha pasado por sus propias luchas y, aunque su vida parece estar muy alejada de los grandes eventos históricos, su encuentro con Cedric la transforma. Margot es madre soltera de dos hijos y trabaja en el hospital, donde su existencia se define por la rutina y las responsabilidades. Su relación con Cedric, aunque inicialmente es profesional, se convierte en un vínculo emocional, un lazo entre generaciones que le permite a ella reflexionar sobre el amor y el dolor.
A lo largo de la novela, las interacciones entre Margot y Cedric son conmovedoras. En estas escenas, Kellen explora temas como la soledad, la pérdida y el arrepentimiento. Cedric, al borde de la muerte, encuentra en Margot una confidente, alguien con quien puede compartir los secretos de su juventud y el amor que nunca pudo olvidar. Margot, por su parte, ve en Cedric una especie de espejo. Aunque su vida no ha estado marcada por una guerra, sí ha tenido que luchar por sus hijos y por sí misma en una sociedad que no siempre le ha sido amable.
Es a través de Margot que se revela la verdadera profundidad de la historia de Cedric y Jane. Mientras que Margot intenta darle sentido a su propia vida, Cedric le ofrece una perspectiva que trasciende el presente: el pasado, aunque a veces lleno de arrepentimientos, también es un lugar donde el amor sigue vivo.
La fuerza de los objetos y los recuerdos
Un elemento recurrente en la novela es el simbolismo de los objetos. El anillo que Margot encuentra es más que un simple accesorio; es un símbolo del amor perdido y encontrado, un testimonio tangible de lo que Cedric y Jane compartieron. A lo largo de la novela, Alice Kellen utiliza pequeños objetos —un anillo, una fotografía, una carta— para explorar la manera en que los recuerdos pueden encapsularse en cosas materiales. Estos objetos actúan como anclas que mantienen viva la memoria, conectando a los personajes con su pasado y con los momentos que definieron sus vidas.
Los objetos en "Quedará el amor" también juegan un papel clave en la forma en que los personajes procesan sus emociones. Para Cedric, el anillo es un recordatorio constante del amor que una vez tuvo, mientras que para Margot, se convierte en un portal hacia un pasado que la ayuda a entender mejor su propio presente. Kellen utiliza este simbolismo para recordarnos que, aunque el tiempo pasa, los objetos tienen el poder de detenerlo, de mantener viva la memoria y, por ende, el amor.
Un estilo que cautiva
Una de las grandes virtudes de Alice Kellen como autora es su capacidad para escribir de una manera lírica y emocionalmente resonante. Su prosa, llena de sensibilidad, logra capturar la complejidad del amor y las relaciones humanas con una delicadeza impresionante. A lo largo de "Quedará el amor", Kellen juega con las palabras, tejiendo una narrativa que es tanto poética como desgarradora.
El ritmo de la novela es pausado, pero nunca se siente lento. Al contrario, cada capítulo, cada interacción, está cargado de significado. La autora sabe cómo construir tensión emocional, manteniendo al lector cautivo mientras revela lentamente los secretos del pasado de los personajes. Además, Kellen tiene una habilidad especial para crear atmósferas envolventes; desde los acantilados bañados por el sol de Cornualles hasta los pasillos fríos y desinfectados del hospital de Edimburgo, cada escenario está descrito con una precisión que lo hace tangible.
Conclusión: Un amor que perdura
"Quedará el amor" es una novela sobre el poder transformador del amor, sobre la manera en que este nos define y nos da forma, incluso cuando todo parece perdido. A través de sus personajes y sus recuerdos, Alice Kellen nos muestra que el amor verdadero nunca se desvanece por completo, sino que queda latente, esperando el momento adecuado para ser redescubierto. Esta novela es ideal para quienes disfrutan de historias que combinan el romance con la introspección y la reflexión sobre la vida. Si buscas una lectura que te conmueva profundamente, esta es sin duda una obra que no te dejará indiferente.
♥️PERSONAJES PRINCIPALES
1. Cedric Stone
Cedric es uno de los protagonistas centrales de la novela. Lo conocemos en dos épocas de su vida: como un joven en 1939, y como un anciano en 1996. De joven, Cedric es un hombre apasionado, introvertido y reflexivo, que se enamora profundamente de Jane Bellamy en los acantilados de Cornualles antes de la Segunda Guerra Mundial. La guerra lo cambia y lo enfrenta a pérdidas, incertidumbre y dolor. En su vejez, Cedric es un hombre enfermo, que reside en un hospital de Edimburgo. A pesar del paso de los años, sigue cargando con el peso del amor que nunca pudo olvidar. Cedric es melancólico, reservado, pero también sabio, y aunque la vida le ha dejado cicatrices, es un personaje que se enfrenta a su pasado con honestidad.
2. Jane Bellamy
Jane es la otra mitad de la historia de amor de Cedric. La conocemos principalmente a través de los recuerdos de Cedric, como una joven dulce, optimista y con una visión tierna de la vida. En 1939, Jane vive en Cornualles y se enamora de Cedric durante un verano marcado por la inminente guerra. Aunque su historia de amor es intensa y sincera, las circunstancias externas, especialmente la guerra, los separan. Jane es descrita como una persona de mirada profunda, alguien que ve el mundo con una ternura que la diferencia de los demás. Su relación con Cedric es el eje de la parte histórica de la novela.
3. Margot Abbot
Margot es la protagonista de la línea temporal en 1996. Trabaja como limpiadora en un hospital de Edimburgo y es madre soltera de dos hijos, Peter y Anna. Margot lleva una vida marcada por la rutina, el agotamiento y la responsabilidad. Su conexión con Cedric, cuando lo conoce en el hospital, la hace reflexionar sobre su propia vida y sobre el amor. A lo largo de la novela, Margot se nos presenta como una mujer fuerte, pero también vulnerable, que lucha por salir adelante. Su historia está llena de emociones y, aunque a veces parece resignada, el encuentro con Cedric le ofrece una nueva perspectiva sobre el amor y el paso del tiempo.
4. Peter Abbot
Peter es el hijo mayor de Margot. A lo largo de la novela, se describe a Peter como un adolescente cerrado, distante y a menudo enojado con el mundo. A los 13 años, está en una etapa de su vida en la que no logra conectar con su madre, lo que genera una relación tensa entre ambos. Aunque se muestra distante y callado, Peter también está lidiando con sus propios conflictos internos y con la ausencia de una figura paterna. Margot intenta llegar a él, pero Peter ha erigido barreras emocionales que dificultan la relación.
5. Anna Abbot
Anna es la hija menor de Margot, de 9 años. En contraste con Peter, Anna es una niña enérgica, curiosa y algo temperamental, pero sin ser rencorosa. Aunque a veces se muestra exigente y busca la aprobación de su madre, Anna tiene una relación más cercana con Margot que su hermano mayor. A lo largo de la historia, Anna muestra un interés especial por la danza, algo que se convierte en un punto importante para el desarrollo de su relación con su madre.
6. Eleanor Keer
Eleanor es la mejor amiga y vecina de Margot. Su relación comenzó hace años, en un momento de gran necesidad para Margot, y se ha convertido en un apoyo incondicional en la vida de la protagonista. Eleanor es una mujer de mediana edad, pragmática, fuerte y generosa, que ha estado ahí para Margot y sus hijos durante muchos años. Representa el tipo de amistad que surge de la empatía y la comprensión mutua, y en muchos momentos actúa como un pilar emocional para Margot. También es alguien que ha pasado por su propio duelo, lo que la convierte en una figura maternal y sabia.
7. Graham Stone
Graham es el hijo de Cedric, un hombre de negocios frío y distante. Aunque comparte rasgos físicos con su padre, Graham tiene un enfoque de la vida muy distinto al de Cedric. Es ambicioso y está enfocado en el éxito material y el control de la empresa familiar, lo que lo coloca en conflicto con Cedric durante la vejez de este. Su relación con su padre es tensa, y a lo largo de la novela se deja entrever que su deseo por tomar el control de la empresa tiene más que ver con el poder que con el legado familiar.
8. Pearl
Pearl es una joven paciente del hospital donde trabaja Margot. Aunque no es un personaje central, su historia tiene un impacto profundo en Margot. Pearl es una mujer de 23 años que lucha contra el cáncer y, aunque está rodeada de su familia, se convierte en una figura que simboliza la fragilidad de la vida para Margot. La muerte de Pearl deja a Margot reflexionando sobre la vida, el dolor y la importancia de sus propios hijos.
9. Herbert
Herbert es un hombre mayor que jugó un papel importante en la vida de Cedric y su familia. Es una figura paternal para los Stone, ya que estuvo al lado de la familia tras la muerte del padre de Cedric. Herbert es fuerte, reservado y sabio, alguien que ha vivido mucho y que transmite sus conocimientos a Cedric y a su hermano. Además, su biblioteca y su pasión por la lectura influyen profundamente en la vida de Cedric.
10. Dean
Dean es el padre de Peter y Anna, pero está ausente de sus vidas, ya que cumple condena en prisión por diversos delitos, incluidos robo con violencia y tráfico de drogas. Aunque no aparece directamente en la novela, su figura está presente a través de los recuerdos de Margot y los comentarios de sus hijos, especialmente de Anna, quien a veces bromea sobre la idea de que su hermano Peter podría parecerse a su padre. Dean representa un capítulo oscuro en la vida de Margot, de quien tuvo que separarse para proteger a sus hijos.
11. John Stone
John es el hermano menor de Cedric, un joven impulsivo y aventurero que prefiere vivir sin preocupaciones. A lo largo de la novela, se muestra como el contrapunto de Cedric, alguien más despreocupado, siempre buscando la adrenalina y la diversión. Sin embargo, su relación con Cedric es de amor fraternal, aunque las diferencias entre ambos los hacen chocar en algunos momentos.
Reseña de A.P