EL ALMA DEL VIOLÍN
Amparo Mendo
Madrid, diciembre de 1935. Julia no ha cumplido aún los veinte años cuando conoce a Yehudi Menuhin, un violinista de su misma edad al que aplauden en todos los escenarios del mundo por su virtuosismo. Un pequeño accidente en la Estación del Norte propiciará el encuentro entre ambos jóvenes en la lutería de Miguel Gorgé, el padre de Julia. Desde ese momento, ella se convertirá en el cicerone del músico por las calles de Madrid, sus costumbres, rincones y lugares, muchos de los cuales Julia pisará también por primera vez: el lujo del Ritz, el ambiente del Negresco, las noches del Copacabana, las cenas en Lhardy o la atmósfera intelectual del Casino. La joven madrileña se convertirá en la confidente de un Yehudi atormentado por las dudas sobre sus cualidades técnicas pero, sobre todo, en una amiga que le ayudará a descubrir la libertad que nunca tuvo. La misma libertad que respiraba aquel Madrid radiante… junto al odio, la violencia y el miedo de una II República que Julia dejará atrás para hacer las Américas. Una vida nueva, plagada de ilusiones laborales y emocionales en el vibrante Nueva York de los años treinta, que truncará el estallido de la guerra civil española.
Galicia, diciembre de 2014. Sobrepasado el medio siglo de una existencia previsible y monótona, Daniela se desmorona por la infidelidad de Álvaro, su marido, los efectos de una crisis económica no superada y el convencimiento cada vez mayor de que le hubiera gustado otra vida. Enojada con el mundo pero, sobre todo, consigo misma, se refugia en la casa restaurada a los pies del castillo de Narahío, un lugar donde encuentra la soledad que jamás buscó. Los paisajes gallegos servirán de marco a los días más agitados de su vida, en los que tendrá que lidiar con sus propias contradicciones mientras descubre a Julia.
Dos mujeres en etapas distintas de su vida, trayectorias y momentos vitales en siglos diferentes, escenarios muy dispares y la música de fondo. Pero hay un hilo invisible que une a Julia y a Daniela a través del tiempo y el espacio; un cordón umbilical tejido con renuncias forzadas o autoimpuestas. Y, en definitiva, un homenaje a las que, hace mucho, lucharon por ser y lo perdieron todo. De ellas heredamos lo que hoy somos, aunque ‒en el trayecto‒ hayamos olvidado el significado de la palabra sufrimiento. La pandemia nos lo ha devuelto en parte. Quizá deberíamos mirarlas a los ojos de nuevo.
UN LIBRO DE CON M DE MUJER EDITORIAL.*
AMPARO MENDO
Periodista de profesión y por genética, nunca me creí capaz de escribir textos tan largos como para alumbrar un libro. Pero en 1995 llegó Javier.
¡Hola! No conocía el libro, pero la historia parece tener bastante enganche además de ser algo llamativa, gracias por la recomendación. Un abrazo ❤️
ResponderEliminarPosdata: te acabo de seguir, y te invito a pasarte por mi blog si quieres.
http://aborboletaturquesa.blogspot.com/