EL VIEJO COCINERO o Cécile y las estrellas
Amazon Kindle .. 0.99€
Amazon Papel
EL VIEJO COCINERO o Cécile y las estrellas
Edición juvenil.
Amazon Kindle .. 0.99€
Amazon Papel .. 4.69€
Sinopsis
Cécile es una joven estudiante de 14 años, demasiado madura para su edad y con una sensibilidad muy especial. Sus pasatiempos preferidos son la lectura, el dibujo, las estrellas (a las que su padre, Jean-Paul, enseñó a observar) y comerse el pan que Anne, su madre, cocina para ella.Marcel es un viejo cocinero de 82 años, profundamente abatido tras la reciente muerte de su esposa Juliette, por la que sentía un amor muy profundo. Cuando Cécile y Marcel se conocen, algo mágico surge, un nosequé que dará un impulso tremendo a sus respectivas existencias. “Una historia positiva, humana y entrañable que te hará volver a creer en la gente”
Sinopsis
Alejo duerme en su nuevo colchón casi veintidós horas seguidas, sin moverse ni una sola vez en todo ese tiempo. Apenas dos o tres minutos iniciales para encontrar la posición y se produce el reencuentro añorado con el confort, que le sumerge en un estado de profundo letargo. Las horas de sueño le han resultado eternas y se despierta completamente descansado y alerta. Los rayos de sol acaban de penetrar por el tragaluz y Alejo los saluda como cada mañana. Enciende el flexo, lo coloca en alto, sobre la tapadera del inodoro, coloca una manta en el suelo, junto a él, se pone el abrigo y los zapatos, coge uno de los dos cuadernos y todos los lápices de grafito y se sienta sobre la manta, apoyando la espalda en la pared. Observa el puñado de lápices que sostiene con ambas manos, de distintas durezas, de variados grosores, de diversas longitudes; unos viejos, otros nuevos, unos mordisqueados (¡ay, Ariadna!), otros sin punta, unos escolares, otros técnicos, incluso hay un par de lápices de carpintero, y es que, piensa, «en la variedad está el gusto». Se pregunta por la razón de tantísimos lápices, de por qué lápices en lugar del bolígrafo que él pidió, de por qué no han sido tres o cuatro los que le trajera Elías, y no más, y entonces le da por contarlos: treinta y seis. Y los cuenta de nuevo: treinta y siete. ¡Vaya! Por tercera vez: treinta y siete. Treinta siete lápices de grafito.
Alejo duerme en su nuevo colchón casi veintidós horas seguidas, sin moverse ni una sola vez en todo ese tiempo. Apenas dos o tres minutos iniciales para encontrar la posición y se produce el reencuentro añorado con el confort, que le sumerge en un estado de profundo letargo. Las horas de sueño le han resultado eternas y se despierta completamente descansado y alerta. Los rayos de sol acaban de penetrar por el tragaluz y Alejo los saluda como cada mañana. Enciende el flexo, lo coloca en alto, sobre la tapadera del inodoro, coloca una manta en el suelo, junto a él, se pone el abrigo y los zapatos, coge uno de los dos cuadernos y todos los lápices de grafito y se sienta sobre la manta, apoyando la espalda en la pared. Observa el puñado de lápices que sostiene con ambas manos, de distintas durezas, de variados grosores, de diversas longitudes; unos viejos, otros nuevos, unos mordisqueados (¡ay, Ariadna!), otros sin punta, unos escolares, otros técnicos, incluso hay un par de lápices de carpintero, y es que, piensa, «en la variedad está el gusto». Se pregunta por la razón de tantísimos lápices, de por qué lápices en lugar del bolígrafo que él pidió, de por qué no han sido tres o cuatro los que le trajera Elías, y no más, y entonces le da por contarlos: treinta y seis. Y los cuenta de nuevo: treinta y siete. ¡Vaya! Por tercera vez: treinta y siete. Treinta siete lápices de grafito.
Fernando G. Mancha (Granada, España, 1971) es un ser polifacético: el tiempo que su familia (lo más importante) y su profesión le dejan (lleva más de veinte años ejerciendo la docencia en Secundaria) lo rellena con la escritura, la ilustración y el diseño.
Su labor literaria, que ya tiene una dilatada trayectoria, se inició con "Seis cuentecitos sobre el existir" (1999) y "Bocas negras oceánicas" (1999). Luego, editó el libro de relatos "De libros, cafés, viajes y sueños" (2008) y a partir de ese momento es cuando empieza su verdadero despegue literario con su Tetralogía del Anhelo -compuesta por las novelas "El cuerpo desobediente" (2010), "El hombre perpendicular" (2011), "El atleta sin memoria" (2012) y "37 lápices de grafito" (2014)- con la que ha conseguido darse a conocer y hacerse con el favor de los lectores. Es también autor de la novela juvenil "Misión Infofible" y del cuento infantil "Chispita y Melocotoncito".
Fernando G. Mancha es dueño de una escritura sencilla pero cuidada, entreverada de aspectos oníricos y con una clara vocación estética.
Su prosa es fluida y envolvente; su estilo es elegante y, sin embargo, cercano al lector, con una dedicación minuciosa a la forma pero también a la expresión de sentimientos, con un equilibrio bien medido entre lo que quiere transmitir y una manera muy personal de hacerlo. ¿Y qué decir de sus personajes? Sencillamente, no podrás olvidarlos.
Con su última novela "El viejo cocinero" da un giro importante a la temática de su obra y pone, más que nunca, "la carne en el asador".
Su labor literaria, que ya tiene una dilatada trayectoria, se inició con "Seis cuentecitos sobre el existir" (1999) y "Bocas negras oceánicas" (1999). Luego, editó el libro de relatos "De libros, cafés, viajes y sueños" (2008) y a partir de ese momento es cuando empieza su verdadero despegue literario con su Tetralogía del Anhelo -compuesta por las novelas "El cuerpo desobediente" (2010), "El hombre perpendicular" (2011), "El atleta sin memoria" (2012) y "37 lápices de grafito" (2014)- con la que ha conseguido darse a conocer y hacerse con el favor de los lectores. Es también autor de la novela juvenil "Misión Infofible" y del cuento infantil "Chispita y Melocotoncito".
Fernando G. Mancha es dueño de una escritura sencilla pero cuidada, entreverada de aspectos oníricos y con una clara vocación estética.
Su prosa es fluida y envolvente; su estilo es elegante y, sin embargo, cercano al lector, con una dedicación minuciosa a la forma pero también a la expresión de sentimientos, con un equilibrio bien medido entre lo que quiere transmitir y una manera muy personal de hacerlo. ¿Y qué decir de sus personajes? Sencillamente, no podrás olvidarlos.
Con su última novela "El viejo cocinero" da un giro importante a la temática de su obra y pone, más que nunca, "la carne en el asador".
¡¡FELICES LECTURAS!!
También puedes seguirnos en:
Tengo en el lector El viejo cocinero. Gracias por la información del autor y sus obras.
ResponderEliminarBesitos