miércoles, 24 de septiembre de 2014

La última Princesa del Pacífico de Virginia Yagüe


La última princesa del Pacífico,el nuevo éxito de la narrativa colonial española, es una inmensa novela en la que se funden el amor,  la amistad, la aventura y el exotismo colonial de una tierra fascinante.

Carlota Díaz de la Fuente es solo una niña cuando, a finales del siglo XIX, su familia se traslada a Filipinas, la colonia española más exótica, pero también la más olvidada. Es en aquella tierra de contrastes, de lluvias torrenciales y de exuberante vegetación donde Carlota se convertirá en una joven culta y repleta de vida, y donde vivirá su gran historia de amor. 
Pero el futuro le depara muchas sorpresas: las alarmas de una posible revolución comienzan a despuntar y un movimiento de insurgencia pugna por la independencia de la metrópoli española. Carlota deberá enfrentarse a la nueva realidad política y social que transformará profundamente la colonia, sus gentes y, sobre todo, a ella misma.



“La última princesa del Pacífico narra el camino hacía la madurez de Carlota Díaz de la Fuente, española de origen aunque crecida en las Filipinas. Un personaje en el que quise personificar el desconcierto de una sociedad atenazada por un siglo y unas costumbres que agonizan y despiertan a una nueva realidad. Una mujer heredera de su época que tiene que enfrentarse a la pérdida, a la violencia y a la guerra, pero que también encuentra la evolución, el amor y un nuevo estatus propio del siglo naciente”.


Virginia Yagüe

Una colonia olvidada, una tierra mágica, una mujer dispuesta a todo 
La reconocida guionista Virginia Yagüe, creadora de la serie La señora, y guionista en otras series de televisión como Amar en tiempos revueltos, nos traslada en su nueva novela a Filipinas, al pasado colonial de España, en una época convulsa, 1898, en la que este gran imperio pierde su poder colonial.
 
Ambientada en hechos reales, y documentada minuciosamente, La última princesa del Pacífico nos narra el camino hacia la madurez de Carlota Díaz de la Fuente, la protagonista de esta evocadora historia; una mujer de origen español que creció en la colonia más lejana y olvidada del imperio español: Filipinas. 


Su inocente adolescencia, rodeada de su afición por la fotografía y los viajes que realizaba junto a su padre, se ve truncada cuando cumple su mayoría de edad. Se casa con su gran amigo de la infancia,
Felipe, en 1896, que es justamente cuando comienza  a despuntar las alarmas de una posible revolución a favor de la independencia de la metrópoli española. 
En los dos años siguientes Carlota crecerá rápidamente; no solo en el terreno sentimental, porque se tiene que enfrentar a un matrimonio que no comprende, sino también en el terreno político y social que se va dibujando claramente ante sus ojos. Carlota no se mantendrá indiferente ante los sucesos y las injusticias que se están fraguando en estas islas, y no desaprovechará ninguna oportunidad para viajar como fotógrafa del diario de Manila y relatar con su cámara todo lo que allí acontece. 


Es una mujer que no tiene miedo a nada y que se atreve a desafiar la época que le tocó vivir. Y en este recorrido, en busca de la verdad de lo que está sucediendo, conoce el amor, una pasión irrefrenable que le hace conciliarse con su cuerpo y con su deseo; Diego, un hombre que le hará sentir lo inexplicable pero al que pierde definitivamente al descubrir quién es. 


Esta historia de superación, de amor apasionado, de lucha contra el destino, de celos, intrigas y misterios, en un marco repleto de exotismo y voluptuosidad: la colonia española de Filipinas, desemboca en el dramático asedio que vivirá Manila y que concluirá con la pérdida definitiva de la colonia, que será entregada a Estados Unidos. 


En una palabra, un texto evocador y poético, en un marco real, que nos narra en primera persona la historia de una mujer que lucho contra su tiempo, Carlota Díaz de la Fuente. 


Filipinas, exótica y desconocida
 
Las flores de Sampago eran mis favoritas; pequeñas, modestas, blancas y parecidas al jazmín; habían estado presentes en mi vida desde que tenía recuerdo, como una educación exclusiva para mis sentidos… Me había acostumbrado a que el olor de aquellas flores llenara mi vida hasta sentir como me desprendía de lo que había heredado, de la educación que venía de España. Madrid quedaba aun más lejos de lo que los mapas indicaban.”
 
“La potencia inherente del desastre del 98 unida a las particularidades de la colonia más exótica, lejana y olvidada resultaban motores suficientes para trabajar una historia envolvente y evocadora, repleta de aventura y teñida del desconcierto de una época.
 
El año 1898 marcó para España un camino sin retorno. Los españoles contactaron con la pérdida, la humillación y los problemas endémicos arrastrados estructuralmente durante siglos. El ánimo general se tiñe de desesperanza al tiempo que se pierden las colonias y la ilusión de ser integrantes de una potencia universal. Aquel año ya no sería simplemente un año más en nuestra historia. A partir de ese momento se convertiría en el año del desastre.
 
La lejanía de las islas del Pacífico, hizo, desde siempre, que la relación de las Filipinas con la metrópoli se tratase de forma subordinada a las de otras posesiones, fundamentalmente a las americanas y caribeñas. Filipinas se presentaba para los españoles como una tierra desconocida, con aspecto de exuberante paraíso. Una tierra de costumbres extrañas, clima extremo y una población indígena sometida al dictado del gobierno español y, sobre todo, a los intereses de las ordenes religiosas que habían extendido sus redes y su poder en el territorio durante siglos.”


Virginia Yagüe

El nuevo éxito de la narrativa colonial española
 
La última princesa del Pacífico
es una inmensa novela en la que se funden el amor, la amistad, la aventura y el exotismo colonial de una tierra fascinante.
 
Después de grandes éxitos como El tiempo entre costuras de María Dueñas y Palmeras en la Nieve de Luz Gabás, La última princesa del Pacífico, de Virginia Yagüe, aborda, al igual que las anteriores, la recuperación del pasado colonial español, pero en este caso, de Filipinas. 

Esta novela se adentra en un marco histórico muy poco conocido hasta ahora por el lector. 


La autora
Virginia Yagüe (Madrid, 1973). Tras cursar estudios superiores en la Universidad Complutense de Madrid y diplomarse en la Escuela de Cine (ECAM), cuenta con una dilatada trayectoria profesional como guionista de series de televisión, entre las que sobresalen La señora,14 de abril. La República Amar en tiempos revueltos, entre muchas otras. En cine destaca su trabajo en películas como Los niños salvajes, (Biznaga de Oro del Festival de Cine de Málaga 2012), Para que no me olvides y su participación en los filmes grupales En el mundo, a cada rato Ellas son África. Actualmente sigue vinculada al mundo de la escritura audiovisual como productora ejecutiva en el Departamento de Ficción de la productora ShineIberia, labor que hace compatible con la docencia en distintas escuelas y universidades donde imparte clases y seminarios de guión. 

UN LIBRO DE... Editorial Planeta.

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LA SECTA DE LÁZARO, de Michael Crane.


Las páginas prohibidas de El libro de las maravillas de Marco Polo custodian un secreto milenario: el de un hombre que fue devuelto a la vida cuatro días después de su muerte. El 17 de febrero de 1600 Giordano Bruno fue quemado vivo en Roma. 
Huyendo de la Inquisición y convertido en depositario de las últimas palabras del maestro, Tommaso Grozio, uno de sus jóvenes discípulos, acabará refugiándose en Benarés. Allí conocerá a un emisario del emperador de China que busca desde hace años las páginas perdidas de El libro de las maravillas de Marco Polo, relacionadas con una extraña secta de Lázaro. 
En busca de un conocimiento que parece superar todo lo imaginable, Tommaso decide seguir las huellas de Marco Polo. En su periplo se tropezará con innumerables peligros, pero también con las evidencias que le permitirán avanzar en su investigación sobre el poder de la taumaturgia, desde la comunidad de Qumrán hasta Jesús de Nazaret, y de allí a la secta que venera el nombre de Lázaro, el hombre que venció a la muerte.

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LA BALADA DE BILLY EL NIÑO de Alfonso Domingo


Pat Garrett, antagonista del Kid, es también un héroe trágico y oscuro, que no será
el mismo después de aquella fatídica noche en la que mató al que fuera su amigo.

Esta novela con ecos de balada y corrido, músicas de la frontera, contiene documentos inéditos que ofrecen una nueva luz sobre la gran escapada, los últimos días del Niño y la causa de su asesinato.


Desde que Pat Garret acabara con él, el 14 de julio de 1881, una noche de luna llena, en Fort Sumner, Nuevo México, la leyenda de Billy el Niño no ha hecho más que crecer y agigantarse. Los hechos confusos de su muerte, su intensa vida, marcada por la violencia, los reflejos de
un código, el del viejo oeste, y las necesidades de mito, han resaltado sus facetas de ángel o demonio.
Esta novela, cuyo tiempo trascurre desde su fuga de la cárcel de Lincoln hasta su muerte, algo más de dos meses después, repasa asimismo la vida y peripecias del joven –no llegó a cumplir 22 años– Billy The Kid, hombre en busca de un lugar en el mundo o una buena muerte. Billy fue cometa que brilló con luz propia y cuya estela perduraría, sobre todo entre los hispanos, que siempre le protegieron y ayudaron. No en vano «El chavito» hablaba el español arcaico de Nuevo México.


La balada de Billy el Niño narra uno de los últimos episodios de aquel salvaje oeste que periclitaba con el final del siglo XIX. Y sin embargo, está anclada en una actualidad perpetua, ya que en ella danzan, como sombras, las grandes constantes de la condición
humana, en un diálogo entre el narrador y los protagonistas, aunque algunos estén muertos y sea conversación ésta entre tumbas. Enmarcada en unos paisajes naturales duros y grandiosos, los de Nuevo México y Arizona, tiene la historia de Billy connotaciones de un héroe clásico: el amor, la libertad, la dignidad, la amistad, la traición, la muerte.


Como una sombra que sigue al jinete, convertido en mito y en símbolo, la fama de Billy el Niño seguirá cabalgando.

EL AUTOR

Alfonso Domingo (Turégano, Segovia, 1955) ha trabajado en prensa escrita, radio y televisión. Periodista especializado en información internacional y reportero de guerra, también es autor de doce series documentales: en total más de cien trabajos documentales, algunos doblemente galardonados.
Especialista en la Guerra Civil española y la postguerra, ha publicado ensayos de historia oral como El Canto del búho (2003), Retaguardia (2004), Historia de los Españoles en la II Guerra Mundial (2009), así como la novela biográfica El ángel rojo (2009). Es coautor de El vuelo del Cuatro Vientos (2003) y autor del libro La serpiente líquida (2005), sobre mitos, ritos y chamanes del Amazonas.
Su primera novela, La Madre de la Voz en el Oído,
ganó el premio Feria del Libro de Madrid. La Estrella Solitaria (2003) obtuvo el VII premio de novela Ciudad de Salamanca. Con El espejo negro obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla y con El enigma de Tina, el LIX Premio de Novela Ciudad de Valladolid. Ahora nos vuelve a apasionar con una historia del viejo Oeste. 
                                                          


Entrevista con el autor
La balada de Billy el niño


¿Por qué Billy el Niño? No deja de ser un tema curioso para un autor español, que nos queda un poco lejano.
Bueno, es una historia que para mí tiene mu- chos atractivos. Crecí con los mitos del oeste, con El coyote y El zorro entre otras lecturas adolescentes, héroes hispanos en lo más pro- fundo del lejano oeste. Siempre ansié conocer esos paisajes, y cuando tuve una oportunidad y un tiempo, hace algo más de diez años, me fui a vivir a Nuevo México una buena tem- porada. Volví también otra vez. En principio pensaba escribir otra novela, que se quedó a medias, sobre una tribu de indios navajos que fueron traídos a Castilla en el siglo XIX. Pero se atravesó Billy. Me di cuenta que los escrito- res norteamericanos, en su mayoría anglos, no habían tocado apenas los archivos hispanos. Y que había una historia que contar, desde ese punto de vista, el de los hispanos, los perdedo- res, junto con los indios.
También tocó el tema Ramón J. Sender en su “bandido adolescente”
En efecto, y le rindo también mi particular ho- menaje, utilizando al final su corrido de Billy. Esta sería la segunda novela escrita en espa- ñol sobre Billy, y es bastante diferente. Prime- ro, porque Sender utilizó como base el libro de Pat Garrett, que es en una gran parte una in- vención muy novelesca –solo escrito a medias por el comisario– que tenía como intención de- monizar al joven pistolero. La balada de Billy el Niño se asienta en datos contrastados, por una parte, en cosas que ahora se conocen, en mi propia investigación y en una recreación libre del carácter de Billy, de sus coétanos, amigos y enemigos, y de la época que le tocó vivir, don- de aún imperaba el código del oeste.
¿El código del oeste?
Algo que funcionaba en las praderas y las sierras, en los desiertos, con fuerza de ley. Yo mantengo que viene de la época de la caballe- ría. El oeste no se concibe sin caballos, ni a su 
manera, sin “caballeros”, aunque fueran cua- treros. Había violencia, bien es cierto, pero no había tiroteos a todas horas ni todos los días. Un arma era cara. El código protegía a los más débiles, daba máxima importancia a la lealtad y la amistad, al valor, y a adelantarse a quien te quería “madrugar”, pero siempre de frente. Los hombres lo respetaban. Pat Garrett fue consi- derado un traidor al código por la manera con la que había acabado con Billy, que en un tiem- po fue su amigo.
¿Y qué de nuevo tiene esta novela que no conozcamos ya? ¿Por qué novela y no un ensayo?
Aparte de datos de esa investigación, hay dife- rentes voces narrativas. No sólo está el narrador omnisciente en tercera persona, sino cada uno de los personajes que intervienen –muchos, la mayoría, hispanos– que cuentan en primera persona su relación con Billy, diversos aspec- tos que nos ayudan a conocer al personaje. También aquí he realizado mi particular home- naje a Juan Rulfo, con diálogos entre tumbas. Eso, que puede pensarse fantástico, es normal en aquella tierra. Los muertos y los vivos con- viven sin problemas.
¿Y qué retrato sale de Billy?
El de un joven al que no le dejaron crecer. Un pistolero más, cuatrero, que en realidad no mató directamente más que a cuatro personas –y fue en defensa propia si descartamos entre ellas la de los carceleros de Lincoln, en su último escape–. Las demás muertes en las que fue involucrado no intervino solo, sino con otros y no se le pueden achacar directamente. Un jo- ven huérfano que, como todos en aquel tiempo, quiso abrirse paso y tener su propio rancho, pero que tenía la virtud de desobedecer, de ser rebelde y al que unos y otros, amigos y enemigos, vieron como un símbolo. Para la mayoría de los hispanos fue un héroe, porque los defendió muchas veces, porque eran los débiles. Un joven muy hábil con las armas, en un universo 

UN LIBRO DE ALGAIDA NOVELA - GRUPO ANAYA

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