Todas las fotos del encuentro y presentación de 'Tal como éramos' de Sílvia Tarragona. Roca Editorial Un día muy especial! Encuentro con Sílvia Tarragona y presentación de su novela 'TAL COMO ÉRAMOS' de Roca Editorial. ¡¡Uno de nuestros mejores encuentro y presentación.
Mil gracias, una vez más Silvia Fernandez.
Club de Lectura LL: Yolanda Rocha Moreno, Maricarmen Diaz Hernandez, Marta Laura Rincón De Marlau SG, Irene Fig Ro, Ana Dirtydraco, Noelia Alegre, Maria Josefa Pepa Muñoz Escudero, Pepa Muñoz Escudero.
LA NOVELA
TAL COMO ÉRAMOS
Una novela sobre el poder de las relaciones humanas que nos enseña que es al tocar fondo cuando podemos salir con más fuerza e impulso a la superficie.
Sandra tiene 39 años, es una gran periodista, culta y aficionada a la música y a los libros. Una mujer hecha a sí misma. Todo le parece ir a la perfección hasta que llega un día que, por circunstancias familiares, la desahucian de su casa. Su vida perfecta empieza ahora a hundirse.
Sin embargo, un día conoce a Edmond en el aeropuerto; un agregado militar de la embajada francesa en España que se dedica a viajar por todo el mundo. Un hombre que parece ser de lo más seductor y sofisticado. Sandra y Edmond tienen entonces un affair, si bien ella está convencida que no lo volverá a ver. Pero la historia no ha hecho más que empezar, y tendrá su momento álgido durante un apasionado fin de semana en París. Un amor intermitente. Un amor intenso.
Sandra se da cuenta que si bien la vida puede ser complicada, es ella la que debe salir del pozo en el que se encuentra y, con la ayuda de sus amigos, conseguir la fuerza necesaria para seguir adelante y afrontar su destino.
SÍLVIA TARRAGONA.
Silvia Tarragona (Barcelona 1967) es periodista y escritora. Actualmente dirige y presenta el magazine del fin de semana Amics i coneguts en Radio Nacional de España en Catalunya. Además colabora en el talk show de TVE1 Amigas y conocidas que presenta Inés Ballester.
Su padre le enseño de pequeña que en el mundo hay dos tipos de personas las que frente a una adversidad se envilecen y las que se ennoblecen. Ella ha escogido formar parte del segundo grupo. Tal como éramos, es su primera novela.
Una novela sobre
el poder de las relaciones humanas y la lucha contra la adversidad, basada en
experiencias reales de la propia autora.
Sandra Fornaguera es una mujer de éxito.
Se dedica al noble arte de la comunicación. Es periodista y viaja muchísimo. Vive a caballo entre dos ciudades. Su madre y sus
amigos están en Barcelona. El trabajo en cambio está en Madrid. Profesionalmente
no hay ninguna como ella, ni siquiera en la competencia. Sin embargo, pese a
estar a punto de cumplir los cuarenta, el amor no ha llamado a su puerta. El
equilibrio que le proporcionan tanto su padre como sus amigos se trastoca
cuando este enferma y muere. Las deudas de la larga enfermedad les dejan a ella
y a su madre en una situación económica precaria. Justo cuando peor lo está
pasando aparece Edmond, el hombre más romántico que ha conocido jamás. Sandra
se sumerge en una aventura amorosa que no sabe si será su tabla de salvación o
la piedra de molino atada a su cuello que la llevará al fondo de su existencia.
Sandra, la mejor entrevistadora del país
En su trabajo Sandra es la mejor.
Trabaja en un diario entrevistando a personajes famosos. Gracias a su carisma y
a su equipo, Sandra consigue, como le dice el director del periódico, que
“Nadie como tú, ni aquí ni en la competencia, saque lo mejor de cada
entrevistado como tú lo haces”. Por ese éxito profesional mucha gente cree que
está montada en el dólar, pero diciéndolo bien claro:
su
madre y ella están arruinadas.
Su padre, el norte y el consejero
Su padre, abogado laboralista, fue
siempre su consejero y su norte. Aquel que en toda circunstancia le indicó lo
que debía hacer y las razones para hacerlo. Su padre y ella estaban unidos por
un hilo indestructible. Desde pequeña le había educado para ser una persona y
no solo una mujer. Quería que fuera independiente y que no le diera miedo la
soledad, que se sintiera bien en su piel por el solo hecho de ser quien
era. En su sepelio todos le recordaban como una persona justa. Para Sandra era
mucho más, con una madre pusilánime y en la sombra, la figura paterna ocupaba
todo su espacio vital. Cuando su padre murió,
después de dos años de luchar con las armas que tenía —fortaleza,
voluntad, dignidad, honor y bondad—, el vacío que le dejó no fue solo físico, sino también económico. Se habían
gastado lo que tenían y lo que no tenían en clínicas privadas para intentar salvarlo. La pobreza era lo de menos, pero los
acreedores no tuvieron piedad de ellas.
Si hay femmes fatale también debe haber hommes fatal
En ese punto, el más bajo que ella
recuerda, aparece Edmond. En la sala VIP del aeropuerto Sandra se cruzó con sus
ojos oscuros y profundos. Su semblante regio que era de una dignidad magnífica,
contrastaba con la bufanda de colores vivos, que le daba un aspecto bohemio. El
traje de corte diplomático hacía que su sola visión fuera impactante. De
repente, todo el peso del deseo cayó sobre su cuerpo, acariciando su pelo,
aliviando el dolor, modelando su intimidad. Después de esa primera oleada
romántica ella inicia una relación amorosa con este attaché o, lo que es lo mismo, este agregado
militar de la embajada francesa en España.
Será un fin de semana en París la piedra
de toque de esta relación cuyos vaivenes emocionales harán mella en Sandra,
quien sin la brújula de su padre estará expuesta a este homme fatale.
“She's just a girl, and she's on fire, feeling the catastrophe,
but she knows she can fly away.” La estrofa de la canción de Alicia Keys resumía perfectamente su situación.
¿Puede una mujer como ella permitirse
esa relación? Es más, ¿se la merece? ¿Quién es él en realidad?
Los amigos como salvavidas
Tan solo sus amigos le ofrecerán el
apoyo necesario para equilibrar su vida. Paula no era como las otras mujeres
que conocía. Era como Sandra: no se andaba con tibiezas. Quizá por eso su
amistad era indestructible. Había aguantado sin grandes dificultades el paso
del tiempo, y habían pasado ya veintidós años de buena compañía. Su dedicación
era la psicología forense, y ejercía en un juzgado de Barcelona. Sus casos eran
cualquier cosa menos fáciles, pero tenía un don para escuchar y analizar las
reacciones humanas. Incluso aquellas que ni el propio interesado conoce. Por
esta razón siempre se daba cuenta de lo que le daba miedo a Sandra. Sus
consejos solían ir directos a su línea de flotación. Con su fina ironía,
siempre le recordaba el ímpetu que le caracterizaba, y le decía que a menudo era más inteligente "mantener la boquita
cerrada”.
Su marido Jaume compartía muchas cosas con Sandra, y no solo el amor
infinito hacia Paula. Él también era un romántico
incurable. Pediatra vocacional, tenía una capacidad natural para conectar con
el sufrimiento de los demás, por eso era tan bueno en su especialidad.
Por último quedaba Oriol, su amigo de adolescencia, aquel con el que
nunca se besó pese a estar muy cerca de hacerlo. Le habían conocido en la misma
clase a la que iba con Paula. Era el chico más atractivo de la clase, pero
también el más serio. Todas las chicas deseaban desayunar con él, a la hora del
patio, pero ellas no, ellas veían en él a un amigo y así se desarrolló su
existencia durante más de veinte años. Aunque el padre de
Sandra siempre consideró la posibilidad de que ellos fuesen pareja.
Esos tres amigos y sus sabios consejos le ayudarán a tomar las mejores
decisiones en medio de la vorágine en la que se ha convertido su vida.
La inestabilidad económica como signo de
debilidad
Tras gastarse todo y endeudarse más en
la enfermedad del padre, lo único que les queda a Sandra y a su madre es la
casa. Para su madre la casa era su templo, el único lugar que le recordaba “tal
como éramos” hasta la muerte de su padre, una familia de buena posición que
sólo tenía un patrimonio: aquel apellido que aún abría puertas… y la casa. Sus
padres en el año 1965 la habían construido, en un terreno que pertenecía a sus
bisabuelos, para casarse. Eran carniceros y tenían una pequeña tienda en el
mercado de Sant Gervasi. Habían utilizado aquella parcela en que tiempo atrás
las ovejas habían pastado. Ahora se convertía en la posible salida
a la situación de Sandra, pero, pese a los consejos bienintencionados del
director de la sucursal bancaria de Sandra, la madre se oponía a su venta con
todas sus fuerzas. Sandra también, pero en su afán por sacar la cabeza del hoyo
busca una solución que es más una ratonera, venderla con el usufructo de su
madre. Un agobio más en la maltrecha situación emocional de Sandra. Esos
problemas económicos le taparán los ojos a Sandra, ciega de amor por Edmond.
La amplia formación cultural de Sandra y
la música, la literatura y el cine como curación
La música cura, la literatura también, y
las lágrimas que el buen cine nos hace escanciar aún más. Sílvia Tarragona ha
cedido parte de su bagaje cultural a Sandra Fornaguera, quien continuamente
está acariciando la banda sonora de su vida a través de canciones, letras,
citas y escenas que le sirven para interpretar su propia existencia.
De hecho, cada uno de los cuarenta y
siete capítulos en los que se encuentra dividida está novela lleva el tema de
una canción, así Diana Krall, Frank Sinatra, Barbara Streisand, Manhattan Transfer, Charlie Haden, Eric Clapton, Elton John, Nancy Wilson, Liza Minelli y
un larguísimo etcétera componen una lista de reproducción genial para acompañar
su lectura. Canciones no solo incluidas en el argumento como música, sino
protagonistas de la historia tanto como el texto.
Menos ordenadas se encuentran las citas literarias; no obstante, es fácil
entresacar a Arthur
Miller, Balzac, Unamuno, Herta Müller, Rafael Alberti, Lorca, Scott Fitzgerald, Mercè Rodoreda, René Descartes, Alice Munro, Tolstói, Cormac McCarthy y J. M. Coetzee…
Entre ellos aportan estructura a los pensamientos de Sandra.
Y las grandes parejas enamoradas del
mundo del cine como Audrey Hepburn y Albert Finney, Nicole Kidman y Ewan Mc
Gregor, Van Johnson y Elizabeth Taylor, Tom Hanks y Meg Ryan, Anthony Hopkins,
Julie Christie junto a Omar Sharif, Sofia Loren y
Marcelo Mastroianni, le dan el punto idílico a la relación con Edmond que desea
Sandra.
Aparte tenemos el teatro y el arte como
complemento a la obra, a la que la ciudad de París le sirve de perfecto marco
de circunstancias para narrar la situación de la protagonista.
Breve opinión de la novela.
Una novela de relaciones.
Relaciones entre padres e hijos, entre amigos, entre hombres y mujeres, etc.
Una preciosa novela que gracias a la narrativa sencilla y brillante de la autora te enganchará desde la primera a la última página.
Viviremos en ella distintas situaciones en las que se encuentra nuestra protagonista, primará ante todo, un canto a la lealtad entre amigos.
Una tormentosa historia de amor con Edmond, en la que Sandra no quiere ver como ese amor al que ella se aferra no será su salvavidas.
Un estilo de vida que quiere aparentar su madre, por mantener ese estatus social que ya no pueden llevar, que la llevará a hacer cosas que realmente ni sienten quiere.
Una historia donde una hija sacrifica su vida por una madre egoísta y ciega ante las circunstancias y donde Edmond aparecerá en sus vidas llevando con él todo eso que necesitan, pero solo lo material, ya que no estará en muchos de los momentos más difíciles por los que tendrá que pasar Sandra.
Un final impactante en la que llega lo que tenía que llegar. (Me ha encantado el final)
Nos ha parecido una novela muy entretenida y de ágil lectura.
Su lectura me engancho desde que comencé la novela, por eso que la considero muy recomendable.
(Me ha encantado sobre todo la historia de amistad entre la protagonista
Una novela para regalar y que te regalen.
¡Nos ha encantado y la recomendamos mucho, mucho, mucho!
Pepa Muñoz / M.Carmen Díaz
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