'Una novela negra repleta de acción que retrata la Barcelona más oscura en tiempos de crisis'.
Ruth Santana es una joven desahuciada y pluriempleada que vive en el umbral de la pobreza para pagar lo que considera su deuda con los bancos. Vive en una ratonera insalubre y desde hace unos meses espera a la salida de los supermercados para coger pan o yogures. Por alguna razón que ni ella misma comprende, sigue luchando. Una noche, un desconocido le hace una oferta. Quiere que le ayude a reventar cajeros automáticos. El hombre le ofrece dinero rápido para pagar su deuda con el banco y volver a llevar una vida normal. Le ofrece la libertad. A cambio, Ruth tendrá que renunciar a sus escrúpulos. Y, tal vez, a algo más.
LA AUTORA
Laura Gomara nació en Barcelona.
Se licenció en Filología Clásica y ha trabajado como traductora, ayudante de escritores, profesora de escritura y en comunicación y producción editorial.
Vienen mal dadas es su primera novela.
RESEÑA U OPINIÓN PERSONAL
Siendo como soy una gran seguidora de
las novedades de Roca Editorial, tenía mucha curiosidad por abordar esta novela
de Laura Gomarra.
Avalada por la trayectoria de su
autora (licenciada en Filosofía y Letras, trabajadora del sector editorial y
profesora en cursos de narrativa) y por un digno segundo puesto obtenido en el
premio L’H Confidencial 2016, comencé su lectura sabiendo ya de antemano que no
iba a ser una novela negra estereotipada, sino diferente, y he de decir que me
ha sorprendido muy gratamente.
Con un gran carga de denuncia social
en los años duros de la crisis económica que asoló nuestro país, y ubicada la
acción en Barcelona, Laura Gomarra nos presenta a Ruth, una mujer de mediana
edad que en medio del huracán devastador de la crisis se ve desahuciada,
pluriempleada por un mísero puñado de euros, y literalmente abandonada, que
cuando está al borde de dejarse llevar por la fatalidad de su propia
existencia, conoce a una banda de atracadores de cajeros, liderados por Hugo
Correa, que le ofrecen mejorar su situación económica a cambio de dejar de lado
sus honrados principios que hasta la fecha no le han servido para gran cosa.
Laura nos presenta a unos personajes
alejados de lo común. Todos son víctimas de una sociedad que les ha maltratado
de una manera u otra, y que están en el límite entre lo normal y lo patológico,
con una gran carga emocional que caracteriza y justifica sus comportamientos,
en medio de un caos social muy concreto del momento en el que están viviendo.
Es curioso que siendo una novela
sobre una banda de ladrones, no existan protagonistas policías, y que toda la
trama se centre en las actividades pasadas y presentes de los delincuentes, de
manera que a medida que vamos avanzando en la lectura, vamos empatizando con
ellos, con sus vidas y sus problemas, y deseamos de todo corazón que sus
fechorías les salgan bien.
Hay también una clara denuncia a las
redes de narcotraficantes gallegos que tantos estragos causaron en nuestro país
hace unos años y que entran a formar parte de la novela en los momentos más
críticos de la acción.
Una novela que no da tregua y que devorarás desde la primera hasta la última página.
(Yo lo he hecho en 2 días)
Me ha sorprendido y me ha gustado mucho.
Estoy deseando leer más novelas de esta autora.
Pepa Muñoz
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Con esta estupenda reseña,no dudardudare en leerla
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